NUEVA YORK (EFE) — Google ha pasado el último año innovando y luchando contra otras empresas tecnológicas para convertir su inteligencia artificial (IA) en el estándar de la industria. El último paso hacia ese objetivo es empaquetar la tecnología en su nuevo teléfono Pixel 8, actualmente a la venta.
Al probar la pantalla de 6,7 pulgadas, el chip Tensor G3, la cámara y la IA del Pixel 8 Pro, disponible desde 999 dólares (100 dólares más que el Pixel 7 Pro), se obtuvieron los siguientes resultados:
Por lo general, cuando se toma una foto grupal, se hacen varias tomas con la esperanza de que al menos una de ellas acierte con todos, pero cuando llega el momento de elegir la toma final, puede ser difícil escoger el mejor ángulo para las personas que posan.
Con su herramienta Best Take AI, Google intenta resolver este problema. Al seleccionar una de varias fotos de grupo, los usuarios pueden elegir la mejor cara para cada persona. Debajo de la foto de grupo seleccionada, aparece un círculo con la cara de cada persona, junto con diferentes poses para cambiar una o varias caras de los participantes.
El resultado final es perfecto si el cuerpo del fotógrafo permanece en la misma pose en todas las tomas.
La IA también puede cambiar la foto a modo retrato o cambiar el tipo de luz de la instantánea con un solo clic, entre otras opciones.
Las modificaciones más radicales se pueden hacer con Magic Eraser, una herramienta que permite seleccionar algo en una imagen y borrarlo o camuflarlo.
En la opción de borrado, la aplicación suele sugerir eliminar la persona del fondo, pero los usuarios pueden seleccionar cualquier parte de la foto y eliminarla en cuestión de segundos. Esta edición es más compleja y el resultado no es perfecto.
Funciona bien cuando la persona u objeto a eliminar está delante de un fondo sencillo, como el cielo o una pared lisa, pero cuando el fondo es complejo, como una escalera, las ediciones realizadas se notan.
La edición de camuflaje elimina el color de las zonas seleccionadas y llama menos la atención sobre la foto.
A diferencia de las imágenes generadas totalmente por IA, este tipo de retoque no incluye una marca de agua, pero sí deja una huella en los metadatos de la imagen, como dijo Rick Osterloh, Vicepresidente de Dispositivos y Servicios, durante la mesa redonda.
Osterloh comparó esta herramienta de edición rápida con otras más complejas como Photoshop.
El Pixel 8 Pro también incorpora una nueva cámara. Se trata de un gran objetivo ultra gran angular con enfoque macro mejorado; un teleobjetivo que captura un 56% más de luz que el Pixel 7 Pro; y una cámara frontal con autoenfoque “para mejores selfies”. La IA de Google también se puede utilizar para editar vídeos en este teléfono: el Audio Magic Eraser puede reducir fácilmente los sonidos ambientales en los vídeos, como el viento y los ruidos de perros.
La IA también elimina los sonidos ambientales durante una llamada, por lo que los interlocutores de Pixel 8 pueden escuchar al usuario con claridad, incluso en zonas ruidosas.
El objetivo de Google es dar a los usuarios de Pixel acceso a Bard, un chatbot de IA generativa, en cualquier momento, que puede ayudar con preguntas complejas, como qué correos electrónicos no he respondido hoy, o dónde y cuándo acudir a una cita con el médico que he confirmado por correo electrónico .
La tecnología aún no está disponible, pero Google dice que llegará pronto a los Pixel 8 Pro y Pixel 8. La función permite a los usuarios utilizar la IA de Google en páginas web en inglés para pedir un resumen de la información o traducciones a otros idiomas, o para averiguar dónde pueden comprar ropa como la que aparece en el sitio web.
Google afirma que gracias a la herramienta de filtro de llamadas, los usuarios pueden “reducir el spam y las llamadas no deseadas en un 50%”.
La aplicación va un paso más allá y permite a la IA responder a estas llamadas.
Cuando se responde a una llamada, la “voz” de la IA se presenta como Asistente de Google y pregunta el motivo de la llamada.
Mientras tanto, el usuario puede leer la conversación y, al mismo tiempo, dar instrucciones por escrito para que hable la IA de Google con ‘voz’ humana.
